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Académico UACh explica los próximos desafíos y proyecciones en el proceso constituyente en Chile

Académico UACh explica los próximos desafíos y proyecciones en el proceso constituyente en Chile

Académico UACh explica los próximos desafíos y proyecciones en el proceso constituyente en Chile
Sede ex Congreso | chileconvencion.cl
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Publicado por: Constanza Riquelme

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El académico del Instituto de Derecho Público de la Universidad Austral de Chile (UACh), Alberto Coddou, en conversación con RioenLinea, se refirió a las próximas tareas de la Convención Constitucional, los desafíos y proyecciones del proceso constituyente en Chile.

El pasado domingo 4 de julio se llevó a cabo la instalación de la Convención Constitucional en Chile, órgano compuesto por 155 miembros a cargo de redactar la nueva Carta Fundamental que reemplace a la de 1980.

Con dicha instancia se da inicio a los nueves meses de plazo para la redacción del documento, los que podrán ser prorrogables por otros tres meses en caso de ser necesario y que así se acuerde.

Luego de ese periodo, en un plebiscito de salida, los chilenos y chilenas votarán si aprueban o rechazan el nuevo texto constitucional.

El paso siguiente en la Convención

Para resolver algunas dudas respecto a los pasos que siguen en el proceso constituyente en nuestro país, en conversación con RioenLinea, el académico del Instituto de Derecho Público de la Universidad Austral de Chile (UACh), Alberto Coddou, explicó que la primera gran tarea es que la ya instalada Convención Constitucional logre definir el reglamento que va regir el funcionamiento de la instancia.

«Para eso tiene que respetar el mandato constitucional y el quórum de aprobación, primero, del reglamento de votación. Aquí hay que ser muy claros porque la Constitución actual dice que debe aprobarse bajo los dos tercios de los convencionales en ejercicio el reglamento de votación», afirmó Coddou.

Así, explicó que «eso quiere decir que todas aquellas cuestiones que no tengan que ver, por ejemplo, con votaciones, cuestiones técnicas, de orden o disciplinarias podrían resolverse por otro tipo de quórum».

De esa forma dijo que lo esperado sería que todo lo asociado al reglamento, «pero que no tiene que ver con la votación o con la aprobación de normas que van a imprimirse en la propuesta de Constitución, puedan ser aprobadas por quórum menores como la mayoría simple», comentó.

Plazo para contar con un reglamento

De acuerdo al académico de la UACh, el reglamento de la Convención Constitucional será distinto al de otros órganos ya conocidos en nuestro país como lo son las cámaras de Senadores y Diputados, «donde hay años y una práctica institucional muy antigua», según dijo.

«En este caso la tarea es tan distinta que hay que ponerse de acuerdo, podríamos decir, desde cero», afirmó Coddou, agregando que «yo diría que tiene que haber primero una suerte de reglamento sobre el reglamento que establezca de manera relativamente clara cuáles son las normas que van a ser sometidas a los dos tercios y cuáles son las que van a tener que ser votadas por mayoría simple para que la Convención pueda funcionar». 

En cuanto al plazo para la formulación del documento, el académico afirmó que un mes podría ser un plazo prudente, considerando «la cantidad de información que hay dando vueltas».

En ese sentido, recordó que existe «muchísima información disponible de estudios de varios centros de pensamiento ligados a partidos políticos, también salió la propuesta feminista, entonces yo creo que existen las propuestas».

De esta forma, afirmó que la definición final del reglamento de la Convención tendrá más que ver con un asunto de «voluntad de pasar las vallas que van a ser difíciles al comienzo, pero una vez que se superen va a ser más fluido», aseguró, agregando que en esta tarea el rol de la mesa directiva «va a ser crucial», cerró.

Definir un «índice temático»

Según Coddou, una vez que haya un acuerdo general sobre el reglamento y que se proceda a votar el mismo, se echará a andar el trabajo de la Convención. Para esto dijo que una forma de iniciar podría ser definiendo un índice temático. 

Sobre dicho índice afirmó que en él deberían incluirse «los temas que se van a discutir y que van a tener que someterse a un trabajo en comisiones y en salas que permitan a la Convención avanzar en asuntos de contenidos», asegurando en ese sentido que «lo más relevante va a ser primero hablar sobre un régimen político, es decir, cuál va a ser al final el concepto de Constitución que vamos a tener».

De la misma forma explicó que otros aspectos relevantes a incluir serían «la forma de Estado que se pretende lograr y temas de descentralización. Además, va a tener que existir alguna suerte de cronograma con los derechos que eventualmente se pretenden reconocer».

Asimismo afirmó que será vital definir un cronograma sobre instancias en las que se buscará la participación ciudadana.

Llegar a acuerdos 

Consultado respecto a las eventuales complejidades que pudiesen darse en la búsqueda de acuerdos al interior del órgano, Alberto Coddou dijo que «esta es una Convención que tiene mucha fragmentación y van a haber acuerdos en ciertas cuestiones que agrupen a cierto tipo de convencionales, pero que en otros temas supongan otro tipo de coalición».

«Va a ser una Convención de muchas coaliciones ad hoc, lo que genera cierto dinamismo», añadió.

¿Es positivo ese dinamismo? 

En este sentido el académico del Instituto de Derecho Público de la UACh, explicó que eso dependerá de la «capacidad de los convencionales de sentarse y escucharse con un grado de sinceridad». Así, dijo que será positivo si «el diálogo va a ser honesto y transparente y si supondrá un intercambio de argumentos».

Sin embargo, «si va a haber griterío e insultos, lo veo difícil», aseveró.

Finalmente, sobre este punto, el profesor de la UACh dijo que resultaría útil que el reglamento establezca ciertas normas de orden «que favorezcan el diálogo y en ese sentido va a ser vital el rol que tienen las diferentes bancadas que se van a ir formando», comentó.

Participación ciudadana

Consultado respecto a las instancias de participación ciudadana que se proyectan incluir durante el proceso de redacción de la Carta Magna, el académico de la UACh dijo creer que «se van a dar de muchos tipos. Por ejemplo, va a haber una a nivel individual que tiene que darse a través de mecanismos tecnológicos que permitan acortar la brecha de participación entre unas pocas personas y el resto de millones de chilenos».

En este sentido explicó que hoy existen «plataformas en el Senado y la Cámara de Diputados que permiten a las personas desde sus computadores proponer o emitir comentarios sobre una determinada propuesta».

De la misma forma dijo esperar que existan mecanismos de participación colectivos, «que puedan recoger lo que se ha discutido en los cabildos autoconvocados para que haya una forma de reflexión del sentir de la ciudadanía», detalló Coddou.

¿Nueve o doce meses para redactar la nueva Constitución?

En cuanto al plazo de nueve meses prorrogables por tres meses más para concluir el proceso de redacción, el profesor de la UACh comentó que «muchos han dicho que eso puede ser muy poco para la cantidad de desafíos que viene por delante».

Así, explicó que el plazo puede ser breve si se compara con proceso anteriores.

Sin embargo, aseguró que se debe tener en consideración el «grado de avance y sofisticación de las tecnologías de la información», asuntos que visualiza como útiles y cruciales a la hora de llevar a cabo esta parte del proceso constituyente en el periodo definido. 

Término de la redacción de la Nueva Carta Magna

Una vez que se termina la propuesta, viene lo que se estipula en la actual Constitución a propósito del plebiscito de salida que será con voto obligatorio, tal como lo explicó Coddou.

En este sentido detalló que «eso tiene que constituir un incentivo para que los convencionales piensen no solamente en los grupos de interés que ellos mismos conforman, sino que también estén preocupados por generar un texto que eventualmente va a ser aprobado con un voto obligatorio por toda la ciudadanía».

Si los plazos se cumplen con exactitud, la nueva Constitución debería estar escrita en abril del próximo año, por lo tanto, el denominado plebiscito de salida debería realizarse entre junio y julio del 2022.

En este sentido Alberto Coddou explicó que de ser aprobado el nuevo texto, queda derogada la antigua Constitución y se da paso a la entrada en vigencia del nuevo acuerdo.

En tanto, «si se rechaza la nueva Constitución, la actual carta magna señala que queda vigente la actual», detalló.

Sin embargo, comentó que, a su parecer, más allá del eventual rechazo «el punto es que puede quedar vigente la actual Constitución, pero va a estar igual políticamente muerta».

A su parecer, «desde el plebiscito de entrada la Constitución vigente ya está políticamente muerta», dijo Coddou.

Poner atención a las asesorías

El académico de la Universidad Austral dijo que hay un aspecto al que se debe poner atención durante el periodo de redacción de la nueva Constitución por parte de la Convención: las asesorías.

Sobre este aspecto mencionó que «cada convencional tiene recursos asignados para asesorías. Va a ser muy relevante el modo en que los convencionales puedan unirse para acceder a asesorías más grandes, más transversales y sistemáticas, antes que cada uno esté accediendo a los asesores de su confianza».

Esto, según Coddou, podría representar eventualmente un problema.

Así, dijo que «es importante que haya una suerte de uniformidad y consistencia en la información y en las opiniones expertas entre los constituyentes», concluyendo que «en ese sentido el rol de la Biblioteca del Congreso va a ser muy relevante, o de otras formas de asesoría que son mucho más transversales y un poco más agregadas ante que individuales y fragmentadas», cerró.

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